Embarazo ¿Cómo comenzó mi vida?
La alimentación consciente es muy importante:
- Con cada experiencia nueva nuestro cuerpo cambia (comer, ver, oler, tocar, nuestras emociones, sentimientos y pensamientos que tenemos)
- Las decisiones que se tomen en ese momento de nuestras vidas son la materia prima para la creación del cuerpo, los sentidos y la mente del bebé.
- Podemos lograr que tus experiencias durante la gestación proporcionen un máximo bienestar y una mínima toxicidad.
- Los bebés se van desarrollando semana a semana, no son masas de células: a través de sus sentidos reciben estímulos del interior y el exterior materno y así se relacionan con el entorno.
- Comer sentada, tranquila, despacio, disfrutando y siendo consciente de la alimentación. Evitar hacerlo en momentos de enojo, angustia, estrés.
- Qué y cómo comés y el estado mental son muy importantes, porque de esto depende el funcionamiento de enzimas digestivas, de hormonas y neurotransmisores para que el alimento sea nutritivo.
- Comer cuando se tiene hambre y parar cuando se está satisfecho, sin llegar a estar completamente llena.
- Es probable que tengas hambre varias veces al día porque el estómago tiene menor capacidad por el crecimiento del útero.
- Prestar atención al apetito es la mejor manera de garantizar un adecuado aumento de peso durante el embarazo. Tener a mano snacks saludables: frutos secos, frutas frescas y disecadas y semillas.
- Constipación: durante el embarazo el metabolismo o la digestión se enlentecen, por lo que es muy frecuente la constipación. Por eso es muy importante el consumo de fibras, presentes en frutas, verduras, cereales integrales, frutos secos y semillas. También beber agua o jugos naturales de fruta.
Recomendaciones:
Comité de salud infantil y Ambiente de la Sociedad Argentina de Pediatría
- Lavar y pelar frutas y hortalizas para eliminar posibles residuos de plaguicidas; si fuera posible, consumir alimentos orgánicos, cultivados sin fertilizantes ni pesticidas.
- Disminuir el consumo de grasas de animales, ya que en las mismas se concentra gran cantidad de sustancias tóxicas.
- Consumir una variedad de alimentos que no sean de origen animal (frutas, vegetales, legumbres y granos)
- Quitar piel y grasa de carnes y aves
- Elegir carne, pollo y pescado magros
- Evitar el consumo de carnes picadas, enlatadas y fiambres
- No ingerir peces de agua dulce, que se alimentan de fango, ya que pueden estar contaminados con PVC, plaguicidas y otros tóxicos.
- Evitar el alcohol y el humo de cigarrillo (ver: “humo de tercera mano”)
- Ambiente laboral: informarse acerca de posibles sustancias tóxicas que estén siendo utilizadas. Solicite cambio de tareas y las medidas de protección adecuadas.
DESAYUNO NUTRITIVO:
En el desayuno o cuando quieran ”Porridge”
- Calentar una taza de leche (puede ser vegetal, leche de avena o de almendras). Para una versión golosa: leche de coco
- Calentar la leche, y cuando esté a punto de dar el hervor agregar 1/3 taza de avena arrollada entera (¡no instantánea!). Se puede tostar previamente para dar más sabor
- Si se usa manzana rallada, hay que agregarla en este momento. Revolver sobre el fuego hasta que espese: unos 7 a 10 min. Tiene que quedar cremoso
- Retirar del fuego y endulzar con azúcar mascabo o miel
- Agregar frutas frescas: si les gusta crocante, agregar frutas secas como almendras, castañas de cajú, avellanas, etc
- Consejo: los frutos secos y semillas se pueden dejar en remojo desde el día anterior para activarlos
Para una versión “con gusto a strudel”: media manzana rallada y canela a gusto.
